El que escribe habla, por eso estoy aquí, para evacuar las palabras y el sentido del vacío que me contempla, hay voces propias y voces implantadas que dan forma a la ideas de mi existencia.
Te hablo a ti
Que desenfrenas en la calle la sangre de los antiguos y los laberintos del pasado, que te alimentas de la insuficiencia y las hojas de la verdad
Te hablo a ti
Por no correr al olvido y a las sombras de pimienta, por ver tus ojos dilatados en el agua o en el barro de la inconciencia
Te hablo a ti
Y a la vez le hablo al mundo, que corrompe una imagen escondida en las viseras del animal sin piernas y otros 50 juegos de bacterias
Te hablo a ti
Porqué te conocí en la calle del iletrado, desvanecida en la música, acompañando al alcohol en sus efectos
Te hablo a ti
En un castillo, en una cámara que durante el día te vio bailando, aconteciendo al ritmo de una flor naciente
Mis manos hablan por mí y por mi deficiencia, que pasen ciento diez mil años de irreverencia, que se confundan con el pasado , con la palabra llana, con mi escritura , abran la puerta.